Un 14 de noviembre de 1983, Julio César Iglesias escribió un artículo con el título de “Amancio y la quinta del Buitre”. En él se hablaba de la proclamación del Real Madrid Castilla como campeón de la Segunda División española, primer y único filial de la historia en conseguirlo con jugadores como: Míchel, Sanchís, Martín Vázquez, Pardeza y Butragueño.
Era una época donde hasta 75.000 espectadores se reunían para ver jugar al Castilla. Amancio era su entrenador, y Di Stéfano el que les hizo debutar en el primer equipo. Un año atrás, en el ‘82, tuvo lugar en España el mundial de fútbol donde Italia fue el campeón. A raíz de su triunfo se predicó un juego “táctico”, “serio”, donde los preparadores físicos adquirieron un papel fundamental.
Rompiendo las normas establecidas irrumpió una generación de futbolistas que impusieron una nueva moda, la idea de jugar con: Martín Vázquez, Gallego, Gordillo o Míchel en el centro del campo, chocaba con la creencia de que era necesario el “músculo”, pensamiento que predominaba en aquellos tiempos, y que aún perdura en muchos equipos de la actualidad. Al jugador de músculo se le aplaudía cuando se tiraba al suelo y al jugador de clase se le recriminaba cuando fallaba un pase. Sin embargo; ante la pregunta “¿y quién roba el balón?” la quinta respondía “Pues si puede, el rival”.
Fue un fenómeno social, en una década de cambios para España. Hasta 16 jugadores de la cantera en el primer equipo que consiguió 5 Ligas consecutivas. Hito que no tuvo el reconocimiento merecido hasta que el Barcelona de Cruyff ganó 4 Ligas, entonces se comprendió la dificultad que habían entrañado aquellos hechos.
Aunque todavía algunos le ponen en su debe el no haber ganado una Copa de Europa (sólo jugaban los campeones y en eliminación directa), no se fueron de manos vacías en Europa, ganaron dos Copas de la UEFA (en ella participaban grandes equipos que solían ganar en ese año sus ligas). Y no hay que olvidar que Sanchís jugó y ganó la final de la Liga de Campeones de 1997/1998.
30 años después, vemos a un Real Madrid que ha retomado su apuesta por la cantera y que en los últimos partidos está desplegando una clase de juego que recuerda aquel estilo de la quinta. Donde Ancelotti simplemente pone a los mejores en su puesto y les deja jugar con naturalidad.
Cronológicamente aquel equipo con jugadores como Martín Vázquez, que algunos comparan con Iniesta, fue el predecesor y el primero en practicar un fútbol en el que Cruyff añadió su estilo, Aragonés retomó para la selección española y Guardiola perfeccionó.
No cabe olvidar de dónde venimos y lo que fuimos, para los que dicen que no tenemos un estilo. Gracias a aquel equipo del pueblo, mi padre se hizo y me hizo madridista.
Era una época donde hasta 75.000 espectadores se reunían para ver jugar al Castilla. Amancio era su entrenador, y Di Stéfano el que les hizo debutar en el primer equipo. Un año atrás, en el ‘82, tuvo lugar en España el mundial de fútbol donde Italia fue el campeón. A raíz de su triunfo se predicó un juego “táctico”, “serio”, donde los preparadores físicos adquirieron un papel fundamental.
Rompiendo las normas establecidas irrumpió una generación de futbolistas que impusieron una nueva moda, la idea de jugar con: Martín Vázquez, Gallego, Gordillo o Míchel en el centro del campo, chocaba con la creencia de que era necesario el “músculo”, pensamiento que predominaba en aquellos tiempos, y que aún perdura en muchos equipos de la actualidad. Al jugador de músculo se le aplaudía cuando se tiraba al suelo y al jugador de clase se le recriminaba cuando fallaba un pase. Sin embargo; ante la pregunta “¿y quién roba el balón?” la quinta respondía “Pues si puede, el rival”.
Fue un fenómeno social, en una década de cambios para España. Hasta 16 jugadores de la cantera en el primer equipo que consiguió 5 Ligas consecutivas. Hito que no tuvo el reconocimiento merecido hasta que el Barcelona de Cruyff ganó 4 Ligas, entonces se comprendió la dificultad que habían entrañado aquellos hechos.
30 años después, vemos a un Real Madrid que ha retomado su apuesta por la cantera y que en los últimos partidos está desplegando una clase de juego que recuerda aquel estilo de la quinta. Donde Ancelotti simplemente pone a los mejores en su puesto y les deja jugar con naturalidad.
Cronológicamente aquel equipo con jugadores como Martín Vázquez, que algunos comparan con Iniesta, fue el predecesor y el primero en practicar un fútbol en el que Cruyff añadió su estilo, Aragonés retomó para la selección española y Guardiola perfeccionó.
No cabe olvidar de dónde venimos y lo que fuimos, para los que dicen que no tenemos un estilo. Gracias a aquel equipo del pueblo, mi padre se hizo y me hizo madridista.
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Bueno, Sr. Azul, es su opinión, pero aun siendo crío he visto jugar a la Quinta del Buitre y ni de lejos el Madrid de Ancelotti se acerca en juego brillante, rápido y táctico a ese Madrid de entonces. Es más, los canteranos de la Quinta jugaban casi todos los partidos de titulares. Los “nuevos” canteranos de Ancelotti no, juegan en su mayor parte los minutos de la basura cuando no los partidos de Copa ante el Xativa, que veremos si juegan los siguientes cuando los rivales sean de mayor enjundia.
ResponderEliminarAsí que no, no puedo estar de acuerdo con usted. Aun queda mucho, pero que mucho, para que este Madrid se acerque un poquito al Madrid de la Quinta.
Saludos Juan Carlos,
EliminarLa Quinta del Buite sólo hay una, he hablado un poco de lo que fue la Quinta del Buitre y he añadido que en la actualidad se han visto pinzeladas (aún no esta afianzado el estilo, ni mucho menos perfeccionado) de una forma de jugar que no se veia desde la Quinta del Buitre (lo de la apuesta de la cantera, esta a años luz, pero algo es algo si comparamos la actualidad con todos estos años atrás).
Y esta afirmación que igual en mi, queda como una opinión más, debo decir que es compartida por Michel (integrante de la Quinta del Buitre). En una tertulia con Julio César Iglesias (creador del artículo que dio nombre a la Quinta) y Segurola. En esa tertulia se dijo: no veia jugar al Madrid así desde la Quinta del Buitre.
Hay que tener paciencia, porque se vio ante el Osasuna que aún estamos verdes, pero este estilo que ha surgido tras la baja de Khedira, y la puesta en escena de un centro del campo más creativo, es el camino a seguir.