El derbi ante el Atlético fue el peor partido en una cita con enjundia que yo recuerde haber visto al Real Madrid, por la ausencia de juego con balón e intensidad sin balón ante un equipo que te ofrecía que le dominaras.
No me explico como un equipo que hace dos semanas empata contra un recién ascendido, que 48 horas antes gana un partido in extremis y con polémica ante otro recién ascendido, juega como lo hizo en su estadio ante el rival que te había ganado la última final disputada en el mismo escenario.
Esta no es la única pregunta que me hago y a la que no encuentro respuesta. Del Real Madrid de Mourinho se criticaba la predisposición al contragolpe como primer recurso, la formación en ocasiones de un mediocampo defensivo y sin talento, la agresividad desmedida de su juego…con Ancelotti se apuesta por todo lo contrario, y las criticas fuera de ser constructivas son destructivas. Los que reclamaban más “jugones”, ahora buscan otras excusas para acometer contra un equipo en plena construcción.
No seré yo el que defienda a Ancelotti, ni la forma de jugar del Real Madrid desde que asumió el mando. Pero no soporto las incongruencias de los medios de comunicación. El ambiente que rodea el nuevo caldo de cultivo de esta plantilla es completamente hostil, y un elemento más contra el que combatir.
Dicho esto, empiezo a tener dudas acerca del proyecto sobre Ancelotti, me preocupa que no pueda encontrar la luz al final del camino y que las decepciones se sigan sumando con cuentagotas.
Es comprensible que falten automatismos a la hora de jugar, pero no que perdamos la forma de competir que habíamos recuperado. De seguir con esta dinámica, puede que acabe siendo la primera vez que tenga que ver los partidos por obligación más que por gusto.
Espero equivocarme y que Ancelotti sea capaz de llevar a cabo lo que tan bien predica en las ruedas de prensa, pero que tan mal ejecuta sobre el césped. En su presentación habló de “fútbol espectacular” y ayer sustituyó a Isco por Morata con un único motivo: el pelotazo.
A día de hoy el Real Madrid está sin fútbol, y yo sin palabras.
No me explico como un equipo que hace dos semanas empata contra un recién ascendido, que 48 horas antes gana un partido in extremis y con polémica ante otro recién ascendido, juega como lo hizo en su estadio ante el rival que te había ganado la última final disputada en el mismo escenario.
Esta no es la única pregunta que me hago y a la que no encuentro respuesta. Del Real Madrid de Mourinho se criticaba la predisposición al contragolpe como primer recurso, la formación en ocasiones de un mediocampo defensivo y sin talento, la agresividad desmedida de su juego…con Ancelotti se apuesta por todo lo contrario, y las criticas fuera de ser constructivas son destructivas. Los que reclamaban más “jugones”, ahora buscan otras excusas para acometer contra un equipo en plena construcción.
No seré yo el que defienda a Ancelotti, ni la forma de jugar del Real Madrid desde que asumió el mando. Pero no soporto las incongruencias de los medios de comunicación. El ambiente que rodea el nuevo caldo de cultivo de esta plantilla es completamente hostil, y un elemento más contra el que combatir.
Es comprensible que falten automatismos a la hora de jugar, pero no que perdamos la forma de competir que habíamos recuperado. De seguir con esta dinámica, puede que acabe siendo la primera vez que tenga que ver los partidos por obligación más que por gusto.
Espero equivocarme y que Ancelotti sea capaz de llevar a cabo lo que tan bien predica en las ruedas de prensa, pero que tan mal ejecuta sobre el césped. En su presentación habló de “fútbol espectacular” y ayer sustituyó a Isco por Morata con un único motivo: el pelotazo.
A día de hoy el Real Madrid está sin fútbol, y yo sin palabras.
'],['
']]}
0 comentarios