BLANCO DOBLE--- Es relativamente frecuente oír o leer en diversos foros, blogs o twitter madridistas una queja, con reclamación incluida, al Presidente del Real Madrid. En ella se le reconoce a Florentino Pérez su buena gestión económica y patrimonial, pero le reclaman e insisten en que los resultados deportivos no se corresponden con los logros financieros.

No sé si estas críticas son producto del lavado de cerebro que pugnan por imbuir a los aficionados las numerosas campañas mediáticas que viene sufriendo desde hace unos años o simplemente de una escasa reflexión sobre sus exigencias.


La obligación de Florentino Pérez es promover los medios para que el Real Madrid tenga todos los recursos financieros, mediáticos e institucionales posibles a su disposición y que estos medios le permitan configurar la mejor plantilla posible, los mejores técnicos, las mejores instalaciones y los mejores especialistas posibles. El jugar bien, el meter goles, el ganar partidos y eliminatorias no son su negociado.

SR. AZUL--- Un 14 de noviembre de 1983, Julio César Iglesias escribió un artículo con el título de “Amancio y la quinta del Buitre”. En él se hablaba de la proclamación del Real Madrid Castilla como campeón de la Segunda División española, primer y único filial de la historia en conseguirlo con jugadores como: Míchel, Sanchís, Martín Vázquez, Pardeza y Butragueño.

Era una época donde hasta 75.000 espectadores se reunían para ver jugar al Castilla. Amancio era su entrenador, y Di Stéfano el que les hizo debutar en el primer equipo. Un año atrás, en el ‘82, tuvo lugar en España el mundial de fútbol donde Italia fue el campeón. A raíz de su triunfo se predicó un juego “táctico”, “serio”, donde los preparadores físicos adquirieron un papel fundamental.

Rompiendo las normas establecidas irrumpió una generación de futbolistas que impusieron una nueva moda, la idea de jugar con: Martín Vázquez, Gallego, Gordillo o Míchel en el centro del campo, chocaba con la creencia de que era necesario el “músculo”, pensamiento que predominaba en aquellos tiempos, y que aún perdura en muchos equipos de la actualidad. Al jugador de músculo se le aplaudía cuando se tiraba al suelo y al jugador de clase se le recriminaba cuando fallaba un pase. Sin embargo; ante la pregunta “¿y quién roba el balón?” la quinta respondía “Pues si puede, el rival”.


Fue un fenómeno social, en una década de cambios para España. Hasta 16 jugadores de la cantera en el primer equipo que consiguió 5 Ligas consecutivas. Hito que no tuvo el reconocimiento merecido hasta que el Barcelona de Cruyff ganó 4 Ligas, entonces se comprendió la dificultad que habían entrañado aquellos hechos.

SR. AZUL--- Por fin llegan noticias que invitan al optimismo en el Real Madrid. En primer lugar la racha de victorias consecutivas (5 en liga) y de resultados positivos, como la clasificación para los octavos de final de la Champions League, liderando el grupo a falta de un partido.

A esto debemos añadir que el equipo parece haber encontrado un patrón de juego efectivo y dominante, y que poco a poco irá madurando en busca de la excelencia. Para ello Ancelotti debe estar a la altura de sus jugadores, que para mí son los principales artífices del cambio de rumbo tras la derrota en el clásico debida al desequilibrio táctico del entrenador.


Destacar la respuesta del equipo sin Cristiano Ronaldo, 4 goles al Galatasaray y otros 4 al Valladolid. Y resaltar a Gareth Bale, que hace 1 mes estaba en el ojo del huracán, y que 7 partidos seguidos después ha anotado 8 goles y dado 6 asistencias.

LULU KELLOGS--- Anoche el Bernabéu y, por ende, el Real Madrid se pronunció. Después de cuatro temporadas, por fin se reconoció la grandeza de Cristiano Ronaldo. 

 Muchos le han pitado in situ mientras otros desde casa le hemos apoyado SIEMPRE. Tras 4 años seguidos donde Messi se ha llevado el Balón de Oro, con muchas irregularidades y manos negras planeando sobre la FIFA, 4 años en los que el luso ha roto todos los récords, números, estadísticas, por fin el club se pronuncia a su favor.

Dicen que más vale tarde que nunca, pero eso no le quita gravedad al asunto. Por fin la gente se está dando cuenta del engaño y proclama un claro vencedor. Ya el año pasado hubo mosqueos porque los votos los cambiaron a su antojo, y este año ha tenido que explotar esto por algún lado. Estaba claro, como tantas veces he dicho y nunca me han creído, que Messi algún día explotaría por algún lado. Tiene calidad, sí, pero no físico, y en la vida no sólo de pan vive el hombre.

Y llegó el día. Año para olvidar el del argentino: 9 veces ha tenido que ser cambiado en distintos partidos, se borró de encuentros importantes como ante el Bayern en Champions (entre otros), fraudes fiscales, meteduras de pata de su hermano que le dañan la imagen, vómitos en varios momentos y apenas se había hecho dos carreras... ¿Eso es un profesional? Por no hablar de las broncas a compañeros y demás. Nos llevan años vendiendo al pequeño dictador como si fuera Teresa de Calcuta y al luso como el demonio vestido de Armani, y mientras uno las lía por donde va, el otro mantiene su vida privada al margen, ayuda a otros y entrena para seguir mejorando. Con dos años más, CR7 lleva mucho más tiempo al más alto nivel que Messi y mejorando.


Ahora reivindicamos justicia y se pide el BdO para la bestia portuguesa, y aunque habrá quien diga que la diferencia entre ambos es que CR7 lo pide y al otro se lo dan, no nos confundamos: CR7 ni se ha pronunciado. Es el CLUB para el que TRABAJA (y no la prensa como muchos creen) y SU afición quien lo pide. Al otro se lo pide la prensa y se lo regala la FIFA.

JESÚS RUIZ GARCÍA--- La mayoría de aficionados al fútbol, no sólo madridistas, coincidiréis conmigo en que los amistosos internacionales no sirven absolutamente para nada. Si acaso, para que las federaciones llenen sus arcas a costa de poner en riesgo de forma gratuita la integridad de los futbolistas que, muy a menudo, se ve afectada. A nuestro equipo especialmente parece que cada vez que hay compromisos de selecciones lo mira un tuerto, porque siempre cae alguno de nuestros jugadores. En algunas ocasiones tenemos la suerte, entre comillas, de que se lesiona alguien que no es parte fundamental en el juego del equipo, por lo que su baja puede ser fácilmente cubierta (no me interpretéis mal). Sin embargo, esta vez no podemos lo mismo, ya que hemos perdido para toda la temporada a Sami Khedira, uno de los pilares básicos en nuestro esquema de juego. Y no lo digo yo, lo dice Carlo Ancelotti, que hace unos días lo calificó como su “Gattuso”, recordando su etapa como técnico del Milán, y eso son palabras mayores.

Una vez llegados a esta situación, una vez reconocida la importancia de Khedira, la pregunta es la siguiente: ¿qué hacer, cubrir su ausencia con lo que tenemos en el plantel o acudir al mercado de invierno? Aquí, como siempre, habrá diversas opiniones, pero yo abogo por hacer un fichaje en el mes de enero para poder cubrir su baja hasta final de temporada. Paso a explicaros el por qué.


En estos días, se están haciendo muchas conjeturas en la prensa deportiva sobre las diferentes alternativas de las que dispone Ancelotti y, son básicamente, tres: Illarramendi, Isco y Casemiro, a los que también podríamos unir a Di María como una posibilidad muy remota. De estos cuatro, la única alternativa real al alemán es Casemiro. Illarramendi hace un trabajo extraordinario de conducción de balón y creación de juego, muy al estilo de Xabi Alonso porque para eso se le fichó. Sin embargo, no tiene la capacidad para hacer de “escoba” que tiene Khedira.

SR. AZUL--- Han pasado muchas cosas desde el clásico, donde la gestión de Ancelotti dejó mucho que desear, pero poco a poco están llegando las buenas noticias.

En primer lugar quiero destacar la respuesta de Bale tras sus 5 primeros partidos como titular, ha marcado o asistido en todos ellos: 4 goles y 5 asistencias. Había una preocupación con su estado físico o adaptación al equipo y ha estado a la altura de las expectativas.

La otra gran noticia, Benzema, ha despertado a raíz de su suplencia en el Camp Nou donde desde su salida en la segunda parte hasta el día de hoy, está manteniendo la regularidad en las dosis de talento que todos le reclamábamos.


La desgracia viene con la lesión de larga duración de Khedira, mal que nadie desea para un jugador blanco; sin embargo hay que sacar lo positivo de su ausencia, y esta es la en entrada en escena de Illarramendi y Casemiro.

LULU KELLOGS--- Llamadme rara, loca, o lo que queráis, pero a mí este clásico no me ha dejado sabor de boca alguno. Insípido, sin consistencia, atípico, llegaría incluso a decir que fue un partido poco emocionante tratándose del enfrentamiento que se trataba.

Como ya dije en Twitter, para mí le faltaba algo a este clásico... no sé, será "culpa de Mou". Para empezar, Ancellotti, al que intento darle todo el crédito del mundo y con quien estoy teniendo paciencia, volvió a sacar un once un tanto raro. ¿Por qué saca a Khedira, que últimamente está perdidísimo, y deja en el banquillo a Isco que ha hecho grandes partidos esta temporada y está más centrado? ¿Por qué pone a Ramos en una posición que cubriría mejor Pepe como ya hemos visto otras veces y que además el luso juega ahí en Portugal? No sé, hubo algo en la alineación al principio que me descolocó. Y a ellos también.

La primera parte la regalamos. El primer gol nace de errores nuestros. Errores que no subsanamos, que cometemos una y otra vez, errores que no son propios del Real Madrid. Lo siento pero no. El club de Chamartín hizo una primera parte horrenda siendo quienes somos y jugando contra quienes jugábamos. He visto caracoles ir más deprisa que los jugadores merengues en esa primera parte. ¿Cómo puedes permitirte el lujo de ir andando? Si fueras ganando 5-0 y quedaran cinco minutos para el final, vale. Pero es que era el principio del partido.

Pero el Madrid no fue el único. En este clásico pude ver un Barça fallón, venido a abajo, en declive. Este no es el Barcelona de Pep, el que arrasaba por donde pasaba. No. Y eso me gusta. Este Barça gana más por fallos del rival y acciones polémicas que por méritos propios. Estaba claro que ese ritmo no duraría eternamente. El fútbol, como siempre he dicho, son ciclos, y el del Barça poco a poco está acabando.


Con los cambios el Madrid salió ganando. Presionó más en la segunda parte (porque en la primera no presionó nada) pero no encontró el gol, aunque lo merecía. Incluso llegué a ver restos de esos huevos que tantas veces echaban a los partidos, fueran contra quien fueran... No fue un espejismo, aunque lo pareció. No hablaré de polémicas, de penaltis no pitados ni de tarjetas no sacadas. Creo que aunque Undiano se equivocó a favor de ambos, quedó claro hacia quién inclinaba la balanza, hosti tú.