No va a ser fácil la transición a la era pos Mourinho, y es que el luso se ha marchado, pero el mouriñismo, esa filosofía que deja impregnada allí por donde pasa, se ha quedado, y parece que va a perdurar en el club, como lo ha hecho el espíritu Juanito o el señorío del que hacía gala Don Santiago Bernabéu. El mouriñismo ha trascendido al propio Entrenador; lo podríamos definir como un estilo, una forma de entender la vida, casi una religión, que trasladada al mundo del fútbol hace que todo gire en pos de un único objetivo: GANAR.
Creo que el Real Madrid, o más bien algunos miembros del club, no han entendido el concepto, empezando por algunos pesos pesados del vestuario cuando empezaron a comprobar y sufrir en sus carnes lo que esta manera de hacer las cosas exigía. Curiosamente, parece que el Presidente sí había entendido lo que tal estilo exigía, que únicamente era el compromiso con una idea y llevarla hasta las últimas consecuencias.
En el Real Madrid va a haber un antes y un después del paso del técnico portugués por el club, ya que éste ha dejado un legado que va más allá de los triunfos deportivos. El mouriñismo ha inoculado en el club la autoestima perdida en los últimos años, donde se caía estrepitosamente en Europa y nos conformábamos con una derrota honrosa contra el eterno rival.
Bien hará el club en no olvidar lo que “The Special One” nos ha dejado, porque muchos aficionados han abierto los ojos. Ya no comulgan con las manipulaciones de una prensa maniquea que encumbra a unos y hunde, (o trata de hundir), a otros cual César subiendo o bajando caprichosamente el dedo pulgar en el circo romano. Tampoco van a permitir los aficionados el ninguneo de autoridades deportivas al que hemos asistido en los últimos tiempos, que hace que los Premios y los Balones de Oro se repartan a su antojo y otros equipos gocen de determinadas prebendas institucionales.
Por último, los ojos del mouriñismo van a estar atentos a lo más importante: el terreno de juego. Muchas miradas van a estar clavadas en el nuevo técnico, que sin duda debe demostrar personalidad para tomar las decisiones deportivas que considere más oportunas, abstrayéndose de todo lo que sucede alrededor del Real Madrid, que es mucho. Y los jugadores, ay los jugadores!! En el punto de mira de muchos aficionados están los futbolistas, algunos de ellos sospechosos de no dar lo máximo este año por razones varias, pero que si quieren recuperar el prestigio y cariño de la grada, van a tener que demostrar que el Real Madrid está por encima de egos personales y que todos van a una.
En fin, se advierte una temporada dura y muy importante para el futuro. Esperemos que todos, club y aficionados, estemos a la altura en esta transición que se presume llena de desafíos y de obstáculos; pero de trances peores ha emergido siempre la figura del Real Madrid Club de Fútbol.
Hala Madrid!
Creo que el Real Madrid, o más bien algunos miembros del club, no han entendido el concepto, empezando por algunos pesos pesados del vestuario cuando empezaron a comprobar y sufrir en sus carnes lo que esta manera de hacer las cosas exigía. Curiosamente, parece que el Presidente sí había entendido lo que tal estilo exigía, que únicamente era el compromiso con una idea y llevarla hasta las últimas consecuencias.
En el Real Madrid va a haber un antes y un después del paso del técnico portugués por el club, ya que éste ha dejado un legado que va más allá de los triunfos deportivos. El mouriñismo ha inoculado en el club la autoestima perdida en los últimos años, donde se caía estrepitosamente en Europa y nos conformábamos con una derrota honrosa contra el eterno rival.
Bien hará el club en no olvidar lo que “The Special One” nos ha dejado, porque muchos aficionados han abierto los ojos. Ya no comulgan con las manipulaciones de una prensa maniquea que encumbra a unos y hunde, (o trata de hundir), a otros cual César subiendo o bajando caprichosamente el dedo pulgar en el circo romano. Tampoco van a permitir los aficionados el ninguneo de autoridades deportivas al que hemos asistido en los últimos tiempos, que hace que los Premios y los Balones de Oro se repartan a su antojo y otros equipos gocen de determinadas prebendas institucionales.
En fin, se advierte una temporada dura y muy importante para el futuro. Esperemos que todos, club y aficionados, estemos a la altura en esta transición que se presume llena de desafíos y de obstáculos; pero de trances peores ha emergido siempre la figura del Real Madrid Club de Fútbol.
Hala Madrid!
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Enhorabuena rmplayblog. habeis incorporado a fran castro q ya lo seguia en twitter y es un crack.
ResponderEliminarOtra lección magistral en el análisis de la actualidad blanca bajo el particular prisma de un madridista eternamente incomformista. Eso si, de pluma ágil, fresca, incisiva y viperina. Enhorabuena a Francisco Castro por el artículo, pronto se transformará en fenómeno de masas.
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